martes, 7 de enero de 2014

El duelo de Rudy y Don Pullen


Era un tiempo en el que no tenía empleo y tocaba con el pianista Rudy Thompson y el bajista Matute en El Corral, esa noche,la lengueteada giraba en torno a la presentación de Don Pullen en el Teatro Nacional.

Rudy, con la emoción del primer día de novio, nos hablaba de la genialidad de Don Pullen y de como este había pasado a la inmortalidad sin morir muchas veces , como decía Dostoievski, con aquel disco “Ode to Life”

Sentándose al piano estaba y yo sacando la guitarra cuando entró al bar el mismísimo Don Pullen, sus músicos y personal de la Embajada de USA. Entonces Rudy y Matute dijeron que no iban a tocar frente a tal genio. Yo, como era el equivalente al repollero musical, ese que siempre salía 
de la cancha a buscar las armonías perdidas de esos dos, no me quedó más que mirar como el panzón y enfurecido dueño del restaurante llegaba a exigir que comenzara el show y sin importarle la ilustre 
visita sacaba la garra catracha frente a todos.

Don Pullen se dió cuenta de lo que pasaba y se acercó al piano a saludar a Rudy, y atrás se quedó el chimichurri y el churrasco porque los dospianistas comenzaron a hablar en séptimas disminuidas y ya nadie pudo separar tal superglue musical.

Pullen disparaba una escala y Rudy se la contestaba al instante. Así pasaron hasta que el pájaro Cucu se durmió a las 4 de la mañana y yo contemplaba maravillado, como un humilde pianista de este hoyo
podía batirse a escalas y acordes con el más poderoso marine musical que el imperio pudo mandar.

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