miércoles, 4 de junio de 2014

Karla una mañana en Ansoli.



Con Karla nos conocimos dos veces, la segunda porque dejé las llaves de mi carro dentro y ella me ayudó a buscar el cerrajero para abrir el olvido. Después de la segunda nos hicimos amigos y hermanos.  Durante mucho tiempo hicimos música, nos peleamos y nos volvimos a pelear, nos alejamos y siempre la banda de Moebius nos llevaba al mismo sitio del encuentro y la risa.

Revisando archivos que se van al basurero del destock encontré esta foto de cuando la empresa tenía meses de nacida y recordé su mano franca, su risa invencible y sus canciones invictas.

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