martes, 13 de abril de 2021

Te recuerdo querido amigo, en las curvas o al final de un tallarín chino.


A veces, en medio de las batallas del día te recuerdo querido amigo. En alguna trinchera de minutos viene a mi memoria como comenzamos esta empresa, como tu mente se fue oscureciendo y como esa enfermedad te dobló y comprimió, tal boa constrictora. Te merecías más años, más horas, más luz.
Te merecías ese cartón de ingeniero, aunque abandonaras la Universidad porque ya no podían enseñarte ni mierda y les llevabas varias cabezas por delante a maestros y compañeros; te merecias los pleitos porque eras una Big Boy 4014 sin frenos y no había nadie en este mundo que no se hubiera machucado el dedo gordo del pie con tu perenne mal humor. Por eso, cuando me acuerdo , en alguna curva, en algún tallarín chino, sonrío porque sé de primera mano, que la muerte la ha de pasar muy mal con vos, que se desespera con tu terquedad olímpica , que seguro le has de haber hackeado varias veces su correo, le robas el wifi y le pusiste un exploit en su computadora cuando navegaba buscando sitios pornos en el cielo.
Siempre te recuerdo Daniel, en alguna curva, al final de un tallarín chino, cuando se le caen los servidores al diablo, cuando deja de funcionar el SSL, cuando suena el teléfono y no querés contestar porque sabés que definitivamente no es Robin Williams gritando Good Morning, Vietnam!!!!!!!
Te recuerdo querido amigo.