viernes, 31 de octubre de 2014

Puñadito de Arena



Encontré esta foto que tomé hace ya varios años en mi casa en Buenos Aires, durante una visita de este virtuoso trío de jazz, el batería Melvin Maldonado, el contrabjista Carlos Umaña, y el pianista radicado en los Estados Unidos Oscar Rossignoli, ellos grabarían un disco exquisito sin parangón alguno con la producción nacional , gracias al mecenazgo de Manuel Posse, quién perdiera su vida en la vorágine de violencia que arrasa con todo lo bueno de este país.

Nunca entendí porque ese disco jamás miró la luz, ni salió del pequeño círculo de aquellas personas que pudimos escucharlo, pero en realidad es una obra maravillosa que tuve el honor de escuchar y que atesoro entre la música que vuelve invencible e infalible la memoria de la patria.

Puñadito de Arena /Tríptico /Belisario Romero

jueves, 23 de octubre de 2014

La tristeza de la deriva



Los homenajes póstumos son tristísimos, son como caricias mezquinas
que se quedaron en el cajón, como abejas vencidas, como moscas en victoria.

Los homenajes póstumos festejan en ausencia lo que se dejó en el olvido,
es el abrazo mezquino que no pasa al otro lado, a donde está la muerte.

Siempre me han repugnado los homenajes póstumos tanto como los velorios,
la gente le habla a un muerto, le pega abrazos, le entierra besos, pretenden meterse
en su tumba, para pedir perdón.

Perdón por una vida de olvido.

lunes, 20 de octubre de 2014

Midiendo la luz y él...


Eva con Pablo


Las mil y una Eva.



Fue difícil tener un momento para conversar con Eva, asediada por la familia, por los admiradores y por los medios que que no dimensionan su verdadera altura, y cuyas entrevistas se encuadran en la medida estándar del periodismo nacional, "Un océano de largo, por un milímetro de profundidad".

Yo conocí a Eva en la casa de su madre, durante mi estancia en Sevilla en el 92, una mujer a quién le guardo especial cariño por su fineza y hospitalidad, en especial con los hondureños náufragos que en ese entonces estábamos en esa hermosa ciudad, recuerdo que Eva era una niña y nos cantó en esa velada un par de sevillanas.

Muchos años después, durante una visita a Tegucigalpa, en  un ensayo en la casa de Camilo Corea, en la que estaba el bajista Carlos Umaña y Karla Lara, me quedó mirando seria y me preguntó: ¿Verdad que estuviste en la casa de mi madre en Sevilla? y comprobé en ese instante la teoría de los 6 grados de Frigyes y su cuento Chains.

El concierto de Eva fue accidentado, tuvo que luchar con la acústica imposible de los salones del Honduras Maya, y por si fuera poco, contra el sistema de audio, por lo que graciosamente se cumplió lo que siempre pasa en estos lares, no importa cuánto ensayés , cualquier esquema está sujeto a la tenebrosa Ley de Murphy.

El concierto lo abrió Shirley Paz, con un grupo muy sólido y con temas bastante densos, me encantó mucho la versión de Maquerade, aquella legendaria canción de Leon Russell, que George Benson  llevara al más alto performer en su álbum Breezin' grabado en 1976, número 10 de las 100 calientes de Billboard y Grammy como mejor canción al siguiente año. Gracias a la fineza de Manuel Vásquez, su hermano y manager, estuvimos junto a Camilo Corea en un buen punto, en medio de gente más prendida del wasap que de lo que estaba sucediendo al frente. El comienzo fue duro, y pudimos ver las rostros de sorpresa  de los músicos al comprobar que el largo seteo del audio durante la tarde no correspondía en nada a lo que estaba pasando, la cosa me recordó  aquél guitarrista encabronado que acompañó a Katia Cardenal en el Teatro Manuel Bonilla y el momento en que desconectaba abruptamente su guitarra al cansarse de la improvisación del Ingeniero de Sonido del Teatro, pero Eva, una artista de muchas tablas, lo manejó de una manera profesional y hasta se dio la licencia de llamarle la atención a la gente del sonido para que cumplieran con su trabajo.

Las cosas mejoraron, pero el sonido no dejó de ser errático, el pianista Romain Collin, a quién Jon Weber describe como "Un extraordinario compositor y una de las nacientes estrellas del mundo del jazz" sonó mezquino, había momentos en que el piano no se escuchaba, en cuanto al bajista  Alex Apolo Ayala, que fue el que salió más al frente, mostró un estupendo trabajo con el contrabajo, a pesar que desde un inicio notamos la dificultad que le presentaba el instrumento. Con Amaury Acosta, a pesar de que su instrumento, como Dios, está por encima de todo, no transmitía solidez porque evidentemente, los errores en el monitoreo, afectaban la sinergía del cuarteto, con él, tuvimos una agradable conversación antes del concierto, en la que estuvieron el pianista Rudy Thomson y Camilo Corea, como es de esperarse de un músico cubano, parecía que ya nos conocíamos, Camilo y Ruddy dispararon y el famoso percusionista que ha tocado con músicos como Paquito D'Rivera e Israel "Cachao" nos dejó una agradable impresión de humildad y conocimiento.

El trabajo de Eva, es bastante pesado y denso, pero al final triunfó y dominó al público nacional y su wasap; con sencillez pasó del inglés, al francés y de este al español, e incluyó en su repertorio el delicado tema de Belisario Romero "Puñadito de Arena" que nos llenó de honda patria a todos.

Al día siguiente, fui con mi hijo Pablo a despedirme de ella, hablamos unos minutos y le tomé esta foto, junto a ese piano que muere dolorosamente de carcoma y polvo, y que el pianista Rudy Thomson le  devuelve la vida todos los días  a partir de la una de la tarde.














viernes, 17 de octubre de 2014

Basil por estas tierras



El Ballet Ruso presentado en el Teatro Clámer, de Wassili Voskresienskri, más conocido como Coronel W. de Basil, el Director y Fundador de la Opera Rusa de París, emigró en plena revolución y dirigió de 1935 a 1947 los ballet rusos del Coronel de Basil y la Compañía Real de Covent Garden.

La bailarina rusa Alexandra Danílova, fue una de sus estrellas más deslumbrantes, su nombre es el que aparece en el cartel del Teatro Clámer, en el año en que se suicida Hitler y recién el 6 de agosto, 97 días antes de ese sábado, Estados Unidos había lanzado la bomba atómica sobre Hiroshima.

Escena del Ballet Ruso, en el Cine Clámer en 1945.


El Ballet Ruso en el Cine Clámer en noviembre de 1945


Eva Cortés, un viernes 17 de octubre en Tegucigalpa



En el 92, tu mamá, de quién sólo recuerdo generosidad, me invitó a comer, y te conocí de niña, yo era un muchacho perdido en Sevilla, como da vueltas el mundo dentro del mismo mundo.