viernes, 24 de enero de 2020
Día 24 / Hikaro Sulu en la medianoche del jardín del bien y el mal.
El personaje de Hikaro Sulu en la serie original de Star Trek rompió los moldes de una época porque los asiáticos estaban presos de los estereotipos de la industria del cine, el único papel válido para ellos era el de sirviente karateca o el terrible villano de los dientes salidos y conejos, con la dicción de guacho.
Al igual que Chekov, Hikaro Sulu representaban por ese entonces las pasadas pesadillas enemigas de los Estados Unidos, que con la serie de Roddenberry comenzaban a crear un nuevo estereotipo de trabajo y complicidad en la aventura cósmica; pero cómo, el célebre piloto pasó de 50 saludables años de heterosexualidad a ser homosexual en la última entrega de la serie, es algo que se lo debemos al guionista Simon Pegg quién decidió darle una visión gay no politizada al personaje, en homenaje a quien lo interpretó durante tanto tiempo George Takey, quien desde sus tempranos años fue un activista en pro de los derechos de la comunidad gay en Hollywood, revelando su condición sexual en el 2005, pero que paradójicamente fue el primero en mostrar su inconformidad a las modificaciones del legado de Roddenberry.
Star Trek, para mi siempre fue una serie de avanzada, no solo exploraba mundos más allá del cuadrante Beta, mostraba otras formas de pensar y convivir en un mundo lleno de odios y prejuicios gratuitos, fue la primera serie que mostró a sus fánaticos el primer beso interracial entre el Capitán Kirk y la Teniente Uhura... así de planetario y universal fue su cometido.
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