viernes, 28 de febrero de 2014
Un cuento Chino
Eran las dos la mañana y el “Chino” Lara regresaba de la tocada. Cansado de tronar la batería y de cargar instrumentos, bajaba la suave pendiente hacia su casa soñando el sueño que sueñan
los desvelados.
De un matorral en las sombras dos hombres salieron y lo sometieron.-Hagamos las cosas bien hijoeputa si querés llegar a tu casa-, le dijo el que le tenía el puñal puesto en el gañote, mientras el otro
lo bolseaba y le sacaba las fichas ganadas a puras corcheas y semicorcheas. -Hey “Butuco” parale, no jodás, es el “Chino” Lara, el que toca con Aries-, el hombre del puñal bajó la presión y abrió
las farolas, -...fuck Chino, que putas andás haciendo a esta hora, ya te ibamos a pelar-, le dijo mientras le planchaba con la mano la sudada camisa.
Los dos hombres le devolvieron las cosas al músico y lo escoltaron hasta la puerta de su casa, mirando a todos lados como dos guaruras desconfiados. De regreso, sus siluetas se mimetizaron
entre el zacate y decidieron esperar otra gacela desvelada,-...hey “Butuco”, el otro viernes bien esperamos al Chino para que llegue sanito a la casa-, -sí porque este barrio está cundido de ladrones-.
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