La puerta se abrió y salió Licza, ella me sonrió y me memoria comenzó a barruntar y a patinar en el olvido, ella me miraba con benevolencia mientras icloud de la memoria se afanaba infructuosamente en hacer la conexión. Entonces ella dijo Melvin y seguidamente todo se conectó. Al terminar la sesión de fotos y al despedirme de la gente de Granjas Marinas, le tomé esta foto a Licza Zorto por la matemática de la coincidencia y lo agradable de encontrar las amistades pasadas en un lugar donde hay una extraña incapacidad para dar cualquier dirección.
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