Hoy me dediqué a esto porque pasé hablando con la muerte casi once horas en un quirófano del Hospital Escuela y mi bella esposa pasó días a mi lado sin despegarse y durmiendo en el piso guardando mi desvelo, cuando caminaba al quirófano de la mano de la Dra. Ochoa me preguntaba si ya no tenía tiempo para escribir y rescatar estas visiones, por eso, hoy 2 de enero del 2014, frenéticamente las he puesto aquí en las ramas del Bonsai sin pájaros para que mis hijos puedan verlas y mi amada esposa también.
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