Las Pelusas en Flor de la Democracia al estilo hondureño
Era la primera mitad de los ochentas, la era de Trompetilla el Magnífico y desde el 4A miraba los preparativos de las elecciones universitarias.
Era la primera mitad de los ochentas, la era de Trompetilla el Magnífico y desde el 4A miraba los preparativos de las elecciones universitarias.
Temprano por la mañana antes de iniciar la votación las úrnas ya estaban colocadas sobre los pupitres
y estudiantes parecidos a gansters y simios rompehuelgas custodiaban la democracia estudiantil con sendas ideas y convicciones en forma de palos y tubos.
Una muchachada del FRU y de la FUR comenzaron a forcejear para quitarle a los demócratas las cajas que servirían para depositar los votos. Varios de ellos lograron arrebatarlas y entre tirios y troyanos las despedazaron como piñatas, pero en lugar de confites salieron miles de votos ya marcados con una X para el FUUD.
Los ánimos se encendieron y la pólvora de la indignación agarro fuego. A golpes y amagos salieron al parqueo, los dos bandos se ladraban y se mostraban los dientes, palos y banderas picaban el cielo amenazando las frentes y los dientes. Súbitamente, aparecieron AK-47, 9 mm y escopetas, hombres con caras desveladas y barbonas, estudiantes imposibles, agentes de la DIC y del 316.
Luego vino el aquelarre, disparos al aire, gritos, amenazas, golpes, mientras por el aire giraban y giraban las papeletas de la democracia a la hondureña.